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Mostrando entradas de enero, 2019

Leyenda de la loba

Sweet but Psycho - Ava Max    Había una vez una loba herida que un hombre encontró en un bosque, estaba tan débil que no tenía ya fuerzas para defenderse. Solo con una mirada el animal lo cautivó, lo trasladó a un sentimiento que jamás había experimentado, lo llevó al límite de la ternura, se derritió por la hembra y juró protegerla con su vida si hiciese falta. Introdujo las manos bajo la loba, la alzó y la llevó a su cabaña. Allí la cuidó con ungüentos y pociones que conocía, dejó que el fuego la calentara sin darse cuenta de que cada segundo que pasaba cerca de ella se iba atando un poco más al animal… Las noches fueron pasando, estaba tan entregado que apenas comía. Qué locura lo estaba poseyendo, ya no era solo amor, la deseaba, acariciaba su pelo grisáceo deseando que fuera carne humana, tanto llegó a necesitarla que corrió en busca de una vieja bruja: “Házmela humana, házmela mujer, quiero ver su ternura hecha carne, quiero acariciarla y que me devuelva las caricias...

Pertenencia vs necesidad de identidad

Desde niña he sentido un rechazo hacia las comunidades. Mi padre estaba en un club de empresarios y odiaba el ambiente elitista que se respiraba, era una energía muy sutil en el aire que me asfixiaba. Podría parecer que la temática del club era lo que la creaba, pero al tiempo descubrí que era algo generalizado. Mi madre empezó a asistir a una escuela de crecimiento personal y espiritual, cuando fui a alguno de sus eventos ¡Tachán! Ahí estaba de nuevo, ese aire asfixiante, esa energía extraña flotando. Conforme fui creciendo y acercándome a distintas temáticas, haciendo cursos y demás pude ir corroborando que ese “algo” flotaba en el aire de todas las comunidades y yo me sentía afín a ellas pero no podía pertenecer a ellas del modo que otras personas lo hacían. No terminaba de entender qué era lo que me creaba rechazo hasta que ayer leí un post en instagram de @laorejaverdedevirginia en el que hablaba de en qué se ha convertido la pedagogía Montessori. Llevo 10 años siendo madre, lo ...