Nuevo comienzo (número no sé cuántos)
Ayer me puse a leer la última entrada que publiqué porque no
lo recordaba, es curioso, hablaba de confiar de una vez por todas en la vida,
sin condiciones... y aquí estoy, con mi barriguita, la prueba que le di a la vida
de que confiaba. Crucé la puerta por fin y esa nueva vida que presentía que se
escondía tras ella no se hizo esperar, con todas sus circunstancias, no solo
otra hija, todo ha dado un giro, todo está ocurriendo de la manera más
apropiada, incluso aquellas cosas que nuestra mente no comprende, esas que
pueden parecer malas. Los regalos son regalos, aunque al principio cueste
verlos como tal. Yo soy otra, he dado un salto de madurez, de independencia, de
confianza… qué revolución interior la de estos meses.
Y aquí estoy de nuevo, no sé cuántas veces me he ido y he
vuelto, no sé cuántos nuevos comienzos he tenido, antes los veía como fracasos,
ahora me demuestran que pase lo que pase no dejo de intentarlo. Me he hecho un
plan de acción para conseguir mis objetivos, es el plan de acción con más
determinación que me he propuesto jamás, no quiero volver a decepcionarme, no
quiero volver a tener la sensación de que tengo todo lo necesario excepto la
ejecución. Este plan también es el que requiere de más esfuerzo, pero también es
la vez que más fuerte me veo como para cumplirlo, el placer del sacrificio.
Hasta ayer mi plan estaba claro y uno de los puntos era
volver a tener un blog publicando de forma regular, no es que no sea constante,
ya me demostré en otra ocasión que puedo serlo, siempre y cuando tenga claro el
enfoque. Pero ese era el problema, me senté a escribir, a cumplir con mi
objetivo y… no tenía el enfoque ¿De qué hablo? Quiero hablar de tantas cosas
tan distintas entre sí. ¿Cuento mis historias? Me encanta compartir textos más
literarios, pero también me apetece transmitir cosas más del día a día, más
personales etc. Tenía un lío en la cabeza bastante importante. Otro de los
problemas, sino el problema principal que subyacía bajo el resto, era el miedo.
Todo lo que quiero contar está muy impregnado de mi forma de ver la vida, de mi
forma de analizarla y afrontarla y siempre me ha dado miedo compartirla. ¿Por
qué? Es la eterna pregunta. Todo mi entorno me anima a hacerlo, cuando lo he
compartido siempre me ha traído cosas buenas… no tenía sentido, simplemente
tenía (y tengo) miedo. Pero me gusta ser consecuente, no puedo estar ayudando a
mi hija a superar sus miedos, no puedo repetirle que lo mejor es enfrentarse a
ellos y yo ir postergando durante años enfrentarme al mío, sobre todo cuando sé
que es lo único que me separa de sentirme plenamente realizada.
Aún así seguía en mi lío, hasta que ayer una persona
por privado me hizo una pregunta clara y directa sobre mis creencias, además
era a raíz de una foto que aparentemente no tenía nada que ver. Ella me la hizo
porque lo necesitaba, lo que no sabía es que yo también necesitaba que una
desconocida me la hiciese y saber lo que es compartir algo tan íntimo y que
tanto miedo me daba hasta ese momento. No tuve ningún reparo en contestar, al
revés, me gustó hacerlo y no me dio miedo, de nuevo ahí estaba: el miedo
a lo que creemos que sentiremos vs lo que realmente sentimos llegado el
momento. Fue toda una señal que puso en su sitio las ideas. Esa misma tarde ya
tenía clara la línea que quería seguir.
¿Y qué podréis encontrar en esta nueva etapa? Pues a mí, como
siempre, pero con un contenido más variado: mis cuentos, cómo afronto ciertas
situaciones, reseñas de libros que se van poniendo en mi camino, mi forma de
ser madre sobretodo en algunos aspectos… y cualquier cosa que me apetezca compartir. Poco a poco espero ir andando mi camino en este aspecto de mi vida, es el que se estaba quedando atrás respecto al resto.
Esta es una entrada de esas raras, de transición.
Lo que sí quiero que quede claro es lo agradecida que estoy por lo valorada que me siento. Muchas gracias por acompañarme.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarUn placer volver a leerte, seguí durante mucho tiempo tu otro blog y aunque no sabría decirte cual de los dos me gusta mas, si puedo confesarte que en ambos hay palabras en las que me veo reflejada como si de un espejo se tratara. Gracias por compartir esos pedacitos de alma.
ResponderEliminar